warholNY EFE En las imágenes que capturó el pintor estadounidense, quien era uno de los más asiduos clientes, figuran caras de actores, diseñadores, artistas y estrellas de rock. Travestis, pechos descubiertos, alcohol y, sobre todo, muchas caras famosas son el Studio 54 que fotografió durante innumerables noches de fiesta uno de sus más asiduos clientes, Andy Warhol, unas imágenes que se pueden comprar desde hoy en una subasta online de la casa Christie’s.

«El Studio 54 es lo mejor que le ha pasado a Nueva York. Todos los escándalos ayudan a su negocio porque no hay mejor publicidad que la mala publicidad. Si no me crees, ven y echa un vistazo a mis álbumes de fotos», dijo el padre del Pop Art sobre la legendaria discoteca neoyorquina.

La puja arranca justo cuando se cumplen 36 años desde que Studio 54 abriera sus puertas con una fiesta por todo lo alto en la que no faltaron celebridades como Mick JaggerLiza Minnelli o Brooke Shields, pero en la que no lograron entrar otras como Woody AllenCher Frank Sinatra por la negativa de su estricto portero.

Poco tardaría el club en establecerse como la meca de la noche neoyorquina y Andy Warhol en convertirse en uno de sus «regulares», documentando con su cámara las escenas de una época que ahora se subastan en esta puja online que podría recaudar hasta dos millones de dólares.

«Estas obras reviven esa época de la historia y ese culto a la vida nocturna, no ha habido un club como el Studio 54 desde entonces, allí podías ver a celebridades como Christopher Walken, Dustin Hoffman, Jack Nicholson, Elizabeth Taylor…», explicó la especialista de Christie’s Amelia Manderscheid.

Entre las 215 fotografías, dibujos, pinturas y grabados de Warhol que se podrán comprar hasta el próximo 3 de mayo destacan las del propio artista junto a famosos como la hija de Pablo Picasso, Paloma, quien aparece fumándose un puro en una imagen valorada entre 15 mil y 20 mil dólares.

Siempre con la ayuda de su asistente, Warhol también se retrató con un entonces joven Michael Jackson, una instantánea que podría recaudar también entre 15 mil y 20 mil dólares, o con la modelo Bianca Jagger, quien celebró su 27 cumpleaños entrando a la mítica discoteca a lomos de un gran caballo blanco.

«Si los 70 fueron la década del optimismo imprudente, Studio 54 fue su reluciente epicentro. Durante su reinado como el lugar de Nueva York para ver y ser visto, fue el sitio donde los ‘paparazzi’ se mezclaban con las celebridades, los intelectuales bailaban con el pueblo y el Pop Art y el arte culto hablaban hasta la madrugada», definió el autor del libro «The Last Party: Studio 54, Disco, and the Culture of the Night», Anthony Haden-Guest.

El artista de Pittsburg (Pensilvania) inmortalizó allí a otras celebridades como Carolina Herrera, Farrah Fawcett, Debbie Harry, Bill Murray, Truman Capote, Richard Gere, Keith Haring o Grace Jones, todas ellas imágenes que ahora se pueden comprar por precios que oscilan entre los mil 500 y los 70 mil dólares.

Pero su cámara no pasó por alto a las caras desconocidas que poblaban Studio 54, desde travestis y bailarines hasta camareros o los mismos propietarios, Steve Rubell e Ian Schrager, amigos íntimos de Warhol y quienes acabarían en la cárcel por evasión de impuestos.

De entre las cientos de obras que salen a subasta este viernes, la más cara es una serigrafía que el padre del Pop Art creó a partir del ticket con bebidas de cortesía para los «VIP» como él, que compuso como un regalo de Navidad para sus amigos y con un valor estimado de entre 50 mil y 70 mil dólares.

«Studio 54 es un modo de vida. La gente vive allí. Baila allí. Bebe allí. Hace amigos allí. Hace el amor allí. Rompe allí. Se hacen estrellas allí. Hacen negocios allí. Duermen allí. Nunca ha habido un terremoto en Nueva York, pero si lo hubiera sería en el Studio 54», dijo el propio Warhol.

El local cerró en febrero de 1980 con una gran fiesta llamada «El fin de la Gomorra de la era moderna» en la que no faltó un espectáculo de Diana Ross, pero reabrió un año después bajo la dirección de diferentes propietarios hasta su clausura final, en 1993.

La subasta está organizada por la Fundación Andy Warhol, que se alió con Christie’s el año pasado para deshacerse progresivamente de las cerca de 20.000 obras del artista para concentrar su trabajo en la promoción del arte y que ya ha recaudado cerca de 20 millones de dólares con otras dos pujas.

 

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