M. Morales. Madrid
La fotógrafa Cristina García Rodero (Puertollano, 1949) se ha convertido en la cuarta mujer que ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
García Rodero, el único nombre español en la prestigiosa agencia Magnum, la que fundaron, entre otros Robert Capa y Cartier Bresson en 1947, ha sido elegida en primera ronda de las votaciones.
Su candidatura la habían presentado el fotógrafo Alberto Schommer, el director de cine Manuel Gutiérrez Aragón y el escultor Julio López Hernández.
García Rodero, autora del imprescindible libro España oculta, en el que retrató en blanco y negro las fiestas populares y tradiciones de pueblos españoles, se une a la conservadora Carmen Giménez en la Academia de Bellas Artes, elegida en mayo de este año, y ocupa el sillón que dejó vacante por fallecimiento el cineasta Luis García Berlanga.
Los académicos han elegido a la autodidacta García Rodero por «su mezcla de calidad técnica y potente testimonio de la realidad española». En una entrevista en el periódico El País, García Rodero, que se siente cómoda con la definición de «fotógrafa documental», aseguraba en su día que, aunque estudió pintura, se introdujo en la fotografía por la fuerza que posee «para comunicarte con lo que tienes delante». En cuanto a su querencia por el blanco y negro, la justificó por su sobriedad: «Al no tener la sensualidad del color, te ayuda más a que la fotografía o comunique o sea buena».
En los cursos a jóvenes fotógrafos que se acercan deslumbrados a esta mujer jovial les da consejos como este desde su experiencia: «Tuve que olvidarme de las timideces, los miedos y los vértigos. El reportaje es acción. Si pierdes las ganas de luchar quédate en casa porque el reportaje es tener ganas de luchar, tener una cabeza muy fuerte».