La Nueva Crónica / ‘Estampas leonesas’ es el título que ha elegido el fotógrafo madrileño afincado en León para la exposición de 11 imágenes que desde hace unos días pueden verse en el Bar Villamor de Riello.
Parece una evidencia, para quienes viven en el mundo rural, que los bares de los pequeños pueblos de la provincia deberían estar subvencionados, pues se convierten en el refugio, la referencia y el punto de reunión de tantos días grises. No sólo no ocurre así sino que muchos de ellos van más allá de sus funciones propias para colaborar en aspectos ajenos al negocio, como enriquecer la vida social y cultural.
Algo así es lo que viene haciendo desde su apertura el Bar Villamor de Riello en el que se han celebrado todo tipo de actividades. Y en estos días, con la nieve aún en el exterior, ha inaugurado una exposición de fotografías del madrileño, residente en León desde hace más de una década,Carlos Espejo. Son 11 fotografías (más otra de gran tamaño de la Catedral) que ha agrupado bajo el epígrafe de ‘Estampas leonesas’. «He elegido 11 imágenes de tres de los temas que más trabajo:la naturaleza y el paisaje, fruto de mi afición a la pesca; el patrimonio y los monumentos y la propia ciudad de León. Sólo falta, de los temas que más abordo, el retrato y también la fotografía, vinculada a la profesión, de producto».
Sólo hace tres años que Carlos Espejo se ha volcado más con el mundo de la fotografía, «pero es algo que me ha gustado mucho desde siempre. Lo que ha ocurrido es que León da mucho juego, es una tierra con numerosos contrastes y que nos ofrece todo tipo de posibilidades a quienes nos atrapa esta afición. En cada viaje encuentras rincones sugerentes, que parece que te invitan a coger la cámara», señala el fotógrafo madrileño, quien también reconoce que disfruta mucho «fotografiando algunos de los rincones o monumentos más conocidos, pues te obligan a buscar otra mirada, otro enfoque, a tratar de salirte de lo que ya está muy trillado, y eso siempre es un reto muy sugerente».
Espejo explica que muchas veces «cojo la cámara y voy a un lugar concreto a hacer fotografías, pero muchas de estas estampas de la muestra son fruto de que he cogido la costumbre de llevar la cámara conmigo por si acaso».
Pues ahí está, en el Villamor, uno de sos bares que debían subvencionar.