Cajas-visualesEmilio Gancedo. Diario de León / A veces, un chispazo de curiosidad personal, un simple y cotidiano ojeo, precede a la sorpresa. Fue lo que sucedió en la fundación madrileña Anastasio de Gracia cuando a uno de sus responsables le llamó la atención una vieja foto de la fábrica de armas de La Vega, en Oviedo, puesta a la venta a través de una página web. Se detuvo a contemplarla dado que precisamente uno de los objetivos de la fundación, promovida por el sindicato UGT, es la recuperación y conservación del patrimonio documental en los sectores del metal y la construcción, y se interesó por ella dadas sus aparentes calidad y antigüedad. Comenzó así a tirar de un hilo que llevaría a la fundación a toparse con un asombroso legado fotográfico, el de la Fototipia Thomas de Barcelona, un auténtico espejo de las primeras décadas del siglo XX en España que actualmente y en gran medida se encuentra disperso e ilocalizado.

Después de darse cuenta de que detrás de esa imagen ovetense había muchas más —cajas enteras—, y todas del mismo tipo, con excelentes encuadres y los mejores materiales, entabló negociaciones con la persona que las había sacado a la venta. Al cabo de arduos tiras y aflojas, la Fundación Anastasio de Gracia (Agfitel) logró hacerse con un total de 1.579 negativos de acetato por 10.000 euros.

«La colección completa superaba las 11.700 imágenes de toda España —explica José María Uría Fernández, coordinador del Centro Documental de Agfitel—. Y sí, hemos salvado casi 1.600 fotos, pero entre las más de 10.000 que probablemente se han perdido también debía haber muchas de la ciudad de León y su provincia». Las estampas leonesas ‘rescatadas’ son en concreto 89. «De Castilla y León —prosigue— logramos salvar 282; además de las leonesas hay 142 de Salamanca, 30 de Segovia, 19 de La Granja de San Ildefonso y dos de Alba de Tormes».

San Marcos con dos curiosas garitas, instantáneas de la Catedral con el claustro en obras y vistas generales y en detalle de otros monumentos pueblan, en un primer repaso, el lote leonés. Pero aún les queda por delante a los profesionales de la Fundación Anastasio de Gracia la delicada labor de reconocer, documentar, conservar en lugar adecuado y más tarde digitalizar estas joyas recuperadas, algo que quizá depare sorpresas en lo que respecta a las relacionadas con esta tierra.

En cuanto al principal valor de unas imágenes que abarcan todas las comunidades españolas, Uría Fernández señala que, además de ser «testimonio único de la evolución urbanística en este país aproximadamente entre 1904 y 1929, constituyen un elemento fundamental de nuestro patrimonio fotográfico». Eso sí, incide en que su valor decisivo era la unidad del archivo, «que había logrado sobrevivir en conjunto durante casi un siglo hasta que a su poseedor se le ocurrió la idea de venderlo pieza a pieza». «De esta forma ha destrozado un bien protegido por la ley y del que las generaciones futuras, a duras penas, tendrán testimonio», denunció.

La Fototipia Thomas fue fundada en Barcelona, en 1880, por Josep Thomas i Bigas, «un innovador de las técnicas de impresión en España», recordó José María Uría, gran empresa que permaneció en funcionamiento hasta los años cincuenta del siglo XX y cuyas principales fuentes de negocio fueron las revistas ilustradas y la impresión de postales. En 1975, el edificio que albergaba la Fototipia Thomas fue vendido y su valioso archivo se dividió entre particulares, instituciones… y coleccionistas como el que quiso hacer negocio con este patrimonio.

 

 

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