Luis Miguel Ramos Blanco
El día 28 del pasado diciembre, en el transcurso de la cena anual de FOCUS, nos hicieron un homenaje a los socios que traspasamos el umbral de los 25 años dentro de la Asociación.

Fuimos cuatro los agasajados: Julia González Liébana, Jesús Redondo Robles, Jesús Santander Cartagena y un servidor, Luis Miguel Ramos Blanco.

Solamente quedamos cuatro, de aquella pléyade fantástica, que con tanto entusiasmo y tan pocos medios, comenzamos la singladura fotográfica a partir de finales de 1986, y hemos permanecido contra viento y marea, en este barco llamado FOCUS, navegando a veces en los procelosos mares de las dificultades, achicando el agua de tempestades y tormentas; que en este ya largo viaje, -como en la vida misma- hemos tenido de todo. Por suerte, hoy bogamos sin zozobras, con el rumbo marcado por un buen capitán y una excelente tripulación.

Algunos, como es mi caso, vimos el primer amanecer de FOCUS. Todo sucede por el capricho del azar, y él quiso que estuviera allí en el momento preciso; ese es mi mérito, ni más ni menos.

He de confesar una cosa. Cuando llegó a mí el rumor del homenaje, tuve como un pálpito y me dije,” oye chaval, que esto suele hacerse a la gente que ha cumplido muchos años”. A continuación me miré al espejo y continué el soliloquio, “ni mucho menos; serán otros los motivos”. Esas reflexiones, me duraron apenas un instante.

Los cuatro, -me permito hablar en nombre de Jesús R, Julia G, y Jesús S.- estamos profundamente agradecidos a la Junta Directiva de FOCUS, a su máximo representante el Presidente Luis Canal, por su exquisita sensibilidad, y a los socios que respaldaron esta iniciativa.

Personalmente, guardaré en mi memoria la cena de la noche de los inocentes del año 2012, en el Hotel Real Colegiata de S. Isidoro, al cobijo de unos pétreos y anchos muros cargados de la mejor historia de León, y no olvidaré las muestras de afecto de los socios -muchos de ellos amigos- que estuvieron presentes.
[nggallery id=52]

Artículo anteriorValladolid y la vespa. 70 años rodando por sus calles
Artículo siguienteRetrato leonés de tres años de tragedia