Fue en la Exposición Universal de Londres de 1840 cuando se presentaron las primeras cámaras estereoscópicas, un invento que fascinó a la reina Victoria y que se convirtió en una moda en la época, mucho antes de las gafas y los multicines. Las instantáneas podían verse en relieve. Tras una investigación de seis años, un grupo de amantes de esta técnica ha conseguido dibujar las líneas maestras de los hombres que recorrieron la geografía española y captaron, en muchas ocasiones por vez primera, rincones para el recuerdo.
Como la puerta de Recoletos, en Madrid, que estaba donde actualmente se alza el monumento a Colón y que Joseph Carpentier atrapó en un documento para conservar: es la única fotografía que se tiene del lugar que marcó hasta 1859 uno de los confines de Madrid. O la primera panorámica de la villa y corte, desde el torreón de la iglesia de Santa Cruz, en la calle de Esparteros, también desaparecido.
Además de lugares de la capital, la exposición ‘Una imagen de España. Fotógrafos estereoscopistas franceses (1856-1867)’, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se centra en Andalucía, por la atracción que sentían estos fotógrafos-viajeros (y los editores que los contrataban) por los misterios de Al Andalus. De hecho, una de las pruebas para poder localizar a alguno de los protagonistas ha sido el libro de firmas de la Alhambra. La muestra, organizada por la Fundación Mapfre, reúne 130 piezas (hay libros de viaje y documentos, además de las fotografías) y varias cámaras y visores.
Hasta el 22 de enero de 2011. En la Calcografía Nacional, situada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (C/ Alcalá, 13) Madrid. Entrada gratuita. Comisarios: Carlos Sánchez Gómez y Javier Piñar Samos
Vía: El Mundo
Los investigadores
Esta exposición es el resultado de una investigación laboriosa que a lo largo de más de seis años ha identificado el 90 % de las imágenes estereoscópicas editadas por Carpentier, Ferrier, Gaudin, Lamy y Andrieu. Y que ha sido llevada a cabo por el equipo formado por Juan Antonio Fernández Rivero, Rafael Garófano, Agustí Moral, Javier Piñar Samos y Carlos Sánchez Gómez. La mayor parte de estas primitivas imágenes de España, desconocidas hasta ahora, constituyen una valiosa aportación a la historia de la fotografía.
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