Después de un año intenso de actividades llega el momento de relax donde nos juntamos para disfrutar de nuestra cena de navidad. Como años anteriores, el punto de encuentro fue la Colegiata de San Isidoro, donde disfrutamos de una cena en compañía de 29 socios. Son fechas dificiles donde coinciden cenas de empresa y compromisos familiares, pero siempre hay un hueco para pasar unos buenos momentos con amigos.
Este año destacaron dos cosas, por un lado nuestro amigo y socio Carlos Ochoa Lopez nos sorprendió a todos con un regalo muy especial, un detalle que a todos nos sorprendió y que servirá para identificar nuestras mochilas cuando salgamos a fotografiar.
Por otro lado una bonita iniciativa en la que todos los socios llevaron una fotografía en un sobre cerrado, sin nombre, que luego se repartieron al azar y que sirvió de regalo de amigo invisible.
Para terminar, después de brindar por otro año más, recibió un merecido homenaje nuestra socia Gemma Rodriguez Berasategui por todo su apoyo a la asociación durante tantos años, y facilitando muchas de las actividades que acogió sin dudarlo entre las paredes del Museo. Gracias Gemma.
Una bonita noche que a algunos se les hizo más larga que a otros y que repetiremos año tras año.