El Mundo / Si hablamos de John Rankin Waddell poca gente sabrá a quién a nos referimos, y es que este maestro de luces, lentes, irreverencia y talento representa más tras el ángulo muerto del objetivo que frente a él. Rankin, como todo el mundo lo conoce en la profesión, es uno de los más
afamados fotógrafos de nuestros días, no hay campaña publicitaria en Inglaterra que no le tenga en plantilla.
Es la viva representación del hombre engullido por su obra, si piensas en Rankin no piensas en una cara, ni siquiera en una imagen, si no en cientos. Piensas en «F*CK Y*U RANKIN» (vea el álbum) con Heidi Klum chupándose el dedo corazón, la cínica y atrevida magazine de moda «Dazed and Confused», dando guerra desde 1992, o en «HUNGER»su masiva, voluptuosa e hipnotizadora revista que busca, y encuentra, a los «yonkis» de la fotografía de moda. No hablemos ya de las miles de campañas para Denim, Chanel, Dolce & Gabbana…
Su trabajo más reciente, al que es imposible no poner cara, es «Andrew Gallimore by Rankin» (vea el álbum), una retrospectiva de la historia de Inglaterra a través del maquillaje, en la que camina junto a Andrew Gillmore, director artístico de HUNGER. Es el último libro de una serie de cuatro dedicados en exclusiva al mundo de la belleza, el maquillaje y la moda.
Es un proyecto que ha involucrado a los dos artistas por igual, quienes mantienen una relación de amistad desde hace ya 6 años y que han explotado trabajando juntos innumerables veces. Este libro, a medio camino entre lo retro y el gore, da su propia visión de la historia reciente de Inglaterra a través de imágenes desenfadadas y provocadoras.
Pero no solo Inglaterra disfruta de Rankin, no hay fronteras para la imagen, por tanto, tampoco las puede haber para su creador. El camarógrafo va saltando por la geografía mundial, como autodefinido «workaholic», acostumbrado a llevar la contraria a todo el mundo, salirse con la suya y además muy bien parado. Y por supuesto siempre acompañado de una cámara, y con proyectos que nos dejen la boca abierta.
Recientemente se ha dejado ver por España, más concretamente en la gala de los Goya, seguramente la crème de la crème del cine Español no se diera cuenta de que el lujoso y dorado photocall, en el que estuvieron haciendo el gamberro toda la gala, fue montado y diseñado por Rankin; desde luego, y como es habitual en él, saco el lado más divertido e inquietante de los actores.
Otro de sus últimos trabajos «ALIVE: In the Face of Death» no solo ha abierto bocas, también corazones. Este proyecto está dedicado por completo a personas que, literalmente, están afrontando la muerte y luchan día a día contra ella. Ni muchos menos encontraremos imágenes grises y tristes, el maestro de los espejos refleja con su cámara la luz que sale de estas personas, más seres sobrehumanos que el resto de mortales, en su incansable lucha por la vida.
Y es que para Rankin no hay foto pequeña o sueño imposible, el fotógrafo inglés se ha convertido en todo un mito de la fotografía, pero no por ello vamos a dejar de ver su resultado tras la cámara, nunca dejará sueño sin imprimir, ni ojo sin impresionar.