Es una colección de 27 fotos digitales que en su origen eran nocturnas con una tenue iluminación; las consideró como negativos del resultado buscado, de tal forma que el invertirlas o «positivarlas» le ha ofrecido una serie de posibilidades pictoricas que le ha encantado trabajar: la penumbra de la noche se convierte en una neblina arenosa y sugerente, las cortezas de los árboles adquieren una textura visual escamosa, los follajes semejan frágiles telas bordadas…
No obstante, «La inquietud de los árboles del límite» no está realizada como mero experimento técnico o búsqueda de la sola contemplación estética; las referencias a la ubicación y el entorno del bosque fotografíado tiene un significado fundamental. Es un pinar situado en el LÍMITE, sobre las dunas móviles de la playa de O Guincho, en el Lugar de Areia (Lugar de Arena, Portugal), al lado de uno de los puntos más occidentales de Europa; más allá no hay mas territorio, sólo viento y mar.
Este bosque se quemó en el año 2000; sus árboles arraigan en la arena y el azote del viento marino les ha obligado a inclinarse de continuo; se agachan, son enterrados, se alzan, se apoyan en otros árboles para soportar el empuje del viento… resisten. Ese pervivir en pésima condiciones de vida ha dado direcciones atormentadas y retorcimientos barrocos a sus ramas.
Pero mejor leer las breves prosas que Octavio Fernández Zotes dedica a cada imagen para disfrutar de las peripecias vitales de este modesto y resistente bosque de los límites.