La trayectoria de Julia G. Liébana, está avalada por una probada experiencia que comienza por los conocimientos desde abajo, en los subterráneos imprescindibles de la fotografía analógica: revelado en el cuarto oscuro con químicos, cibacrhome, técnicas antiguas, coloreado…etc.
Ha participado en innumerables talleres y seminarios fotográficos de prestigio, que le han aportado una sólida formación técnica, -la artística va con ella- muy escasa y sin embargo necesaria, entre los 
nuevos fotógrafos surgidos en plena era digital.
No es que lo diga yo, se desprende diáfanamente de su exposición colgada en la Sala Campus Stellae de los Maristas, en la calle Álvaro López Núñez. Una didáctica muestra retrospectiva, del proceso evolutivo que Julia ha recorrido desde su ingreso en FOCUS en 1988, hasta nuestros días.
Quienes la conocemos bien, -coincidimos junto a José M. Chao, en el Estudio Fotográfico F22- sabemos que Julia es una esteta, dueña de un gusto exquisito por las cosas bien 
hechas, que partiendo de la más pura fotografía clásica, ha ido transformando sus imágenes, en sugerentes creaciones, salidas de su viaje interior y de la constante búsqueda personal.
Los importantes premios que le han sido otorgados y las numerosas exposiciones, tanto colectivas como individuales en su haber, indican que estamos hablando, de uno de los principales valores de FOCUS. También pertenece a Triple Art Gallery, un 
grupo heterogéneo de artistas plásticos, con los que ha expuesto en varias muestras en León y otros lugares.
Para Julia G. Liébana, la fotografía se ha convertido con el paso de los años, en una catarsis.
Luis Miguel Ramos Blanco
