El fotoperiodista leonés JM López, amigo y antiguo socio de FOCUS, ha sido secuestrado en Siria. López está retenido junto a otros dos fotógrafos españoles segun han confirmado fuentes de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
El Ministerio de Exteriores está «al corriente de la situación», según fuentes del departamento que dirige José Manuel García-Margallo, que se han limitado a añadir que están «trabajando en ello».
Los periodistas llevarían varios días secuestrados en la zona de la ciudad siria de Alepo. Además de López están retenidos Ángel Sastre y Antonio Pampliega, según confirmaron fuentes diplomáticas. Los entraron en Alepo, a través del sur de Turquía, el pasado 10 de julio, y dos días después, el 12 de julio, se perdió el contacto con ellos, fecha desde la que se desconoce su paradero.
López y sus compañeros han desaparecido hace cinco días en la ciudad de Alep, donde reina el caos más absoluto pero el grupo que controla la zona es una faccción de Al Qaeda opuesta al Estado Islámico. La noticia se ha guardado en secreto para no dificultar las primeras investigaciones. Desde entonces, se hacen las gestiones para intentar su liberación.
López, que comenzó como fotógrafo de prensa en León y trabajó para La Crónica, es un respetado fotoperiodista freelance que ha cubierto la guerra de Siria desde su comienzo y acostumbraba a formar equipo con Pampliega. Ha hecho reportajes, algunos galardonados con prestigiosos premios internacionales, en Afganistán, Irak, Palestina, Irán, Kosovo, Venezuela, Congo y Haití, donde coincidió con otro de los fotoperiodistas leoneses de nombre internacional, Andrés Martínez Casares. Regresó a Siria hace semanas para trabajar en su gran pasión: hacer reportajes humanos en los conflictos internacionales. Ha sido premiado varias veces por su trabajo; uno de ellos precisamente un reportaje de las unidades de defensa civil de la ciudad siria de Alepo por el que recibió la medalla de oro, en la categoría de prensa, del premio Px3 Prix de Fotografía de París. Recientemente se le entregó el Premio Marco Luchetta de fotografía por la imagen de unos niños somalíes jugando entre las ruinas de Mogadiscio.
Tímido, extremadamente alto y fotógrafo de gran sensibilidad, conserva entre sus amigos a la mayor parte de los fotógrafos de prensa de León.