Fotografo digital/ Harry Fisch: Una imagen sin emoción, sin mensaje, sin historia, no es más que una postal aburrida , “Las fotografías – lo decía Cartier Bresson- se realizan con el corazón y la mente”, pero, además, se puede aprender a dirigir fotográficamente la mente y el corazón…
En los talleres que imparto, mi obsesión principal consiste en delimitar e investigar qué es lo que transforma la fotografía en una historia, cómo conseguir que una imagen pueda reproducir toda la tensión que hemos sentido en el momento en que la vimos y generar emoción en el espectador.
Soy fotógrafo de viaje y organizo viajes con Nomad Expediciones Fotográficas centrados, una vez más, en relatar historias, aportarle un valor añadido al viaje y la fotografía. Lo que buscamos es contar una historia que sea algo más que la reproducción de lo que tenemos frente a la cámara incorporando la emoción, la propia cultura y una visión estética.
La predisposición, la disposición inicial, es la que suele distinguir al buen fotógrafo del mero aficionado o del fotógrafo accidental. Me explico, hay un momento anterior al disparo en el que una serie de elementos visuales deben organizarse en nuestra mente.
En un fotógrafo experimentado esta organización llega a convertirse en instintiva: todo lo conscientemente aprendido a lo largo de años crea una serie de mecanismos inconscientes que le preparan rápidamente para comprender la escena casi sin tener que pensar: respirar hondo, no ceder al estímulo inmediato, tomarte un cierto tiempo, pueden ser las mejores ayudas y más eficaces instrumentos a la hora de realizar la fotografía.
Por mi parte, antes de tan siquiera levantar la cámara suelo realizar una pequeña introspección:
- Analizo qué es lo que puede ser relevante en la escena,
- Entiendo donde está la oportunidad para preparar el escenario,
- Establezco el argumento de la fotografía,
- Guío la mirada del espectador creando un ritmo, la dirección de la fotografía.
Para contar una historia hay que tener algo que contar y para tener algo que contar debemos observar la escena y elegir. Para un fotógrafo la única realidad es lo que se incluye dentro del marco de su fotografía.
Todas las historias son válidas siempre que establezcan un relato y generen una emoción en el espectador. Pero no todas las fotografías que generan emoción cuentan historias: la fotografía de un grano en la piel puede provocar interés en un dermatólogo, emoción en un paciente, pero pocas veces cuenta una historia.
A través de la fotografía, en ocasiones somos testigos, en otras protagonistas , en otras artistas. A veces, todas esas cosas a la vez. La magia consiste en llegar a la creación estética y crear una relación entre la imagen y el espectador: un vínculo emocional.
El análisis previo de la escena
Parece que la imagen en movimiento, el vídeo, establece relatos más digeribles, representaciones más explícitas mientras que la imagen fija, paralizando un instante imposible, nos obliga a interpretar una realidad muy delimitada. No sabemos lo que hay antes y después.
Esto nos lleva a hacer un esfuerzo de predicción, si bien es verdad que la imagen de un instante es suficiente para generar una emoción y, en ocasiones, toda una historia.
Cada fotógrafo, decidirá en función de su propio punto de vista y experiencia qué es lo prioritario para su estilo fotográfico. Unos utilizan la luz, otros el color, otros el ritmo o la geometría, otros la disposición de los personajes.
Nos enfrentamos a una serie de decisiones que afectarán definitivamente a esa representación de la realidad que es nuestra fotografía:
- Qué punto de vista adoptar
- Cuál es el elemento de interés central: el ancla de la fotografía
- Cuáles la luz que nos interesa en el momento de la escena
- Las líneas geométricas que queremos resaltar
- Cómo es la luz final que vamos a representar
- Cuál es la interacción entre los diversos personajes
- Qué perspectiva resaltar, cual es nuestro punto de vistaEn un viaje fotográfico, en una escena de la vida real, no se suele tener el tiempo para, conscientemente, realizar todo ese análisis previo. Hay que entrenar estas facultades previamente. Pero lo cierto es que la fotografía “instintiva” tiene mucho menos de instintiva de lo que solemos creer. Lo que ocurre es que la experiencia va creando una serie de sistemas inconscientes que, como si de un software elaborado se tratase, nos hacen ser cada vez más rápidos reconociendo los elementos que para nosotros son relevantes.De todo esto y de muchas otras cosas más, es de lo que hablamos en el curso Cómo Contar una Historia. Hablamos de un método que nos hace ser conscientes de los elementos que ayudan a contar la historia y recrear esa emoción que hemos sentido en el momento de realizar nuestra fotografía.
Sobre Harry Fisch
Harry Fisch, fotógrafo de viaje, ha realizado viajes fotográficos a más de 45 países . Seleccionado en el año 2013 como finalista en los Sony World Photo Awards entre más de 46.000 participantes de 140 países, en 2012 Ganador del National Geographic Photo * en la sección “Places”, seleccionado en 2010 por Photoespaña – posiblemente el más prestigioso evento fotográfico español – en su sección “Descubrimientos”.
Imparte el curso de visión fotográfica: Cómo Contar una Historia cuando no está viajando con Nomad Expediciones Fotográficas.
Su próximo destino es el Viaje a la India y Kumbh Mela .