villaseca-Mauricio-PenaN. G. Sabugal. La Nueva Crónica / Es bien conocida -pero no por sobada menos hermosa- la frase en la que Tolstoi afirmó «Describe tu aldea y serás universal». La vida se repite en ocasiones con la fidelidad de un espejo, pero engaña: nunca es la misma. Un anciano sentado en su portal puede parecerse a otro, pero no lo es; un accidente en la mina puede recordar al de veinte años atrás, pero es distinto. La diferencia está en la mirada inteligente, en la curiosidad y en la indagación y ahí tenemos al observador de la aldea, esto es, del mundo.

¿Y qué es la aldea, qué es el mundo? Una variedad de historias tal que deforestaríamos todos los bosques de la tierra para contarlas. Tanto las de la aldea como las del mundo. Es Vicente levantando la cacha en 1986 para evitar la inundación de Riaño, y el derribo de una vieja fábrica del siglo XIX para hacer hueco a la especulación de pisos feos y cuadrados. Son las ruinas de una espadaña destrozada por un rayo y un partido que acaba en victoria.

Todo esto es el mundo. Todo, la aldea de la provincia leonesa. Y quien lo describe Mauricio Peña, Mauri, fotógrafo de La Nueva Crónica. Desde hace veintiocho años está con la cámara al hombro (¡cuántas contracturas!) y contando lo que pasa y aún más, descubriendo lo que ocurre ante las narices de los que casi nunca lo ven.

La exposición León entre dos siglos de Mauricio Peña se inaugura hoy oficialmente en el Museo del Bierzo, aunque algunos ya la han podido ver durante esta última semana. Es el resultado, cribado y escogido, de tres décadas de fotoperiodismo del bueno, condensado en las 49 fotografías de la exposición. La muestra estará abierta al público hasta el 22 de marzo y a las 18:00 horas de hoy será presentada por su autor, que estará acompañado por los responsables del periódico, compañeros de profesión y varias autoridades.

Entre todos ellos resplandecerá Mauricio y, aunque como todos los fotógrafos prefiere no estar enfrente del objetivo, sino detrás, sabe que ahora le toca poner el rostro del creador a todas estas historias que han contado nuestra historia desde 1986 hasta ayer mismo.

Desde la cola de un huracán que derriba árboles en Villaseca de Laciana en 1987, como se observa en la fotografía que acompaña a este artículo, a Manuel Fraga dormitando en el congreso de refundación de Alianza Popular como el Partido Popular en León, la vida en las tres últimas décadas ha pasado frente al foco de Mauricio Peña.

Mucho ha cambiado y también nada. Una buena foto es una buena foto, una buena historia es una buena historia y un buen tipo es un buen tipo.

«Ahora, con las cámaras y los móviles parece que todo el mundo es fotógrafo. Y sí, haces una foto y eres fotógrafo, pero el valor añadido que nosotros tenemos que darle es valorar qué noticia hay detrás de esa foto, ver esa noticia donde los demás no ven nada».

Pero no se puede ignorar que el tiempo ha pasado. El periodismo no es lo que fue -para lo mejor y para lo peor-. «Antes nos movíamos con más libertad. Ahora en un mitin nos llevan a una esquina y nos dicen: «las fotos desde aquí», lo que llaman ‘el tiro’. Hasta en la última Fiesta del Pilar en la Guardia Civil nos metieron en un rincón, cuando yo siempre me he movido donde quería. Ahora todo es más rígido, pero tengo que decir una cosa buena que aquí se ha cumple: los fotógrafos somos una familia».

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