Greco ToledoLORETO SÁNCHEZ SEOANE DiCorcia estuvo solo unas horas en Toledo, tomó miles de fotografías. Cuando estaba volviendo a Madrid en coche pidió que dieran la vuelta. Volvió a sacar la cámara, otras mil fotografías. Se quedó con siete. Dionisio González optó por sacar una panorámica, una visión fantasmagórica de lo que ocurriría si Toledo se inundara de arquitectura moderna, eso sí, desde una avioneta. El argentino, Marcos López, tras sufrir un ataque de pánico por la falta de directrices y tener que permanecer en su habitación de hotel un par de días, se decantó por el lado turístico de la ciudad. Llamaron su atención las tiendas de ‘souvenirs’.

«Tenéis todo el tiempo que queráis, podéis quedaros en Toledo o en Madrid, ser habitantes o visitantes. ¿Presupuesto? Hay presupuesto, pero no os lo voy a decir porque no quiero condicionaros». Esto fue lo que Elena Ochoa les dijo a los 12 artistas que escogió para crear ‘Toledo Contemporánea’, la única exposición del Greco sin el Greco, que se presenta en Toledo con motivo del cuarto centenario del pintor.

«Jóvenes y mayores, nos daba igual», pero siempre de culturas que «hayan nacido» en esta ciudad. Judíos, cristianos y árabesrecubren con sus fotografías las paredes de la iglesia de San Marcos. Desde José Manuel Ballester hasta Flore-aël Surun pasando por Marcos López, todos ellos han querido presentar su visión de Toledo. «No les dimos directrices, queríamos que ellos mismos descubrieran la ciudad y al final la mayoría de las obras tienen relación con el Greco», asegura Ochoa.

Ahora, esta exposición forma parte de ‘El Greco 2014’, que se celebra tanto en Toledo como en Madrid para homenajear al pintor. Permanecerá en San Marcos durante cinco meses y luego prevén que se traslade. «La luz de la que hemos dotado a las obras hace que puedan durar diez años sin estropearse», asegura Gabriel, que se ha encargado de reestructurar el edificio para dar cabida a la muestra. «La iglesia se desacralizó hace 40 años y se convirtió en un garaje para los camiones del ayuntamiento, ha sido bastante difícil dejarla en el estado en que se encuentra ahora», confiesa después de varios meses de trabajo.

El ambiente en penumbra, con una obra audiovisual de la artista israelí Michal Rovner y con música del alemán Heiner Goebbelsen el altar mayor, da especial importancia a los blancos de los rostros de los retratos, las luces que iluminan la ciudad de noche o al lado «romántico» que la japonesa Rinko Kawauchi ha conseguido encontrar en la naturaleza toledana.

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