marcelino cuevas |  Diario León  21/12/2011 Vicente García es de los más veteranos representantes de una generación de fotógrafos que nació por libre y creció en el seno de la asociación Focus, que este año ha cumplido veinticinco años con una interminable serie de exposiciones y actos que aún se mantienen en la cartelera del arte leonés. Este inquieto fotógrafo vive intensamente una pasión, a veces desmedida, por dejar constancia de todo lo que ve, del mundo que le rodea, de las personas que ama o que, simplemente, se encuentra en su deambular por las calles. Vicente García es un fotógrafo glotón, con un hambre insaciable de instantáneas. Pero donde mejor se desenvuelve, donde de verdad siente lo que hace, donde dispara incansablemente con su incruenta metralleta digital, es en la naturaleza, y más concretamente en la montaña.

Son famosas sus panorámicas de los valles leoneses tomadas desde los altivos picos de todas las cordilleras provinciales. Fotografías interminables en las que se dibujan, como en un artístico mapa, los pueblos y su entorno, los ríos y sus riberas, las piedras y los caminos. Pero donde más se fija el objetivo de este singular artista es en los cielos, en las cambiantes nubes que aportan una gran dosis de belleza abstracta a sus obras.

En esta ocasión, en la exposición que acaba de inaugurar en el café-bar Cristal, su mirada se ha quedado a nivel de tierra, pero no de una tierra cualquiera.

Los protagonistas de sus Memorias de la nieve, son unos árboles singulares, un bosque fantasmagórico surgido del frío, cubierto de escarcha.

Unas imágenes pletóricas de belleza que nos recuerdan que la fotografía es un arte de futuro y con futuro. También hay en esta muestra algunas instantáneas de laderas atacadas por el manto pesado y blanco de las grandes nevadas. Es, lo decíamos antes, una mirada desde las cumbres nevadas a los valles también blancos.

En definitiva esta muestra es la mejor ilustración para unas navidades que este año, en León, tienen pocas luces y muchas visiones de una crisis que nada tiene que ver con la belleza de la naturaleza, y sin embargo sí mucho con la fría y cruel realidad de una escarcha que todo lo cubre con su sudario inmaculado.

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3 COMENTARIOS

  1. Era más guapa «La espía que surgió del frío» pero te queremos igual, Vicente :-6

  2. Estás en el candelero del panorama exhibitivo leonés Vicente. Enhorabuena de nuevo.

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