Gervasio-Sanchez-Museo-de-LeonLuis Grau. Museo de León / Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) ha cubierto como reportero gráfico la mayor parte de los conflictos armados del planeta en las últimas décadas. América Latina, la guerra del Golfo, la guerra de Bosnia y las luchas derivados de la desintegración de la antigua Yugoslavia, Camboya, Angola, Mozambique… la geografía del sufrimiento a manos de los hombres. Aunque habitualmente actúa como profesional independiente, ha trabajado para diversos y conocidos medios. Ha publicado varios libros fotográficos y su obra está ya en algunos museos. También ha logrado diversos premios, protagonizando una sonora recogida del reciente Ortega y Gasset de periodismo a cuenta de su acerado discurso, en el que acusó al Gobierno de España de la venta de armas mientras predica políticas de paz. Así es la obra de Gervasio, comprometida y directa, sin ambages o medias tintas. Como una navaja que cruza nuestras pupilas para recordarnos la condición del mundo.

Las series dedicadas a Wafa Jerala, víctima de la guerra de Irak, y a los mutilados por las minas antipersona en distintos países, que se exponen en esta ocasión, nos hablan del trasfondo de la contienda, cuando se han retirado los uniformes y las bombas han dejado de retumbar. Sólo queda entonces el testimonio de la crueldad y el dolor, de la injusticia y la pena, cebadas sobre los inocentes. El de quienes sobreviven con la esperanza y el espíritu amputados de cuajo y el de quienes deben comenzar a vivir con la carne talada por motivos que jamás entenderán. Ese es el auténtico campo de batalla.

Las fotografías de Gervasio Sánchez expuestas en el Museo pertenecen a las colecciones del MUSAC, el Museo de arte contemporáneo de Castilla y León. Esta exposición ha sido una iniciativa de la Asociación Mundo Ético y la Asociación de fotógrafos leoneses Focus, enmarcada dentro del programa del Festival Mundo Ético que se celebra en León, y ha sido preparada por el Museo de León.

LA LIBERACIÓN DE WAFA JERALA

La historia de Wafa Jerala Taha resume la terrible represión del régimen de Sadam Hussein contra los disidentes. El 11 de septiembre de 1985, esta joven ama de casa fue detenida junto a su marido y sus hijos, de dos años y nueve meses. Los primeros días de encarcelamiento fueron muy violentos. Fue golpeada y torturada y los guardianes, todos hombres, utilizaron con ella un lenguaje obsceno sumamente agresivo. Le amenazaron con violarla, o quizá la violaron, aunque ella siempre se mostró reacia a hablar de este tema.
Tras una sesión de torturas, se intentó suicidar. Días después descubrió que estaba embarazada, pero lo mantuvo en secreto durante seis meses. El 23 de febrero de 1986 fue juzgada bajo la acusación de espiar a favor de Irán, junto a su marido, su hermano, su cuñado, su primo y otros tres amigos. Fueron condenados a la pena capital después de quince minutos de juicio sin derecho a abogado defensor. Al conocer que estaba embarazada, el tribunal le conmutó la pena capital por 20 años de prisión. Fue trasladada a la cárcel de mujeres de Al Rashad, donde pasaría los siguientes 16 años y medio hasta su liberación, el 20 de septiembre de 2002. Todos sus familiares fueron ejecutados.

Sadam Hussein había ordenado no entregar los cuerpos de los ejecutados a sus familiares., pero en 2003, Wafa descubrió el lugar en que estaban sepultados sus seres queridos. Las fotografías recogen el momento en que sus cuerpos fueron desenterrados.

*Texto del libro Desaparecidos (Gervasio Sánchez) publicado por la Editorial Blume en 2011

VIDAS MINADAS

“Vidas minadas”, es un trabajo fotográfico de Gervasio Sánchez, enviado por la paz de la UNESCO, cuyas imágenes recalaron en las paredes de la ONU con la intención de que los gobernantes reflexionaran sobre los “asesinos silenciosos”, las minas antipersona.

Este proyecto comenzó en 1998 para concienciar sobre el grave problema de las minas antipersona y la indiferencia de muchos gobiernos que siguen vendiendo estas armas. Y sobre la difícil solución a este problema, ya que es mucho más barato comprar una mina que desactivarla, (de 3 € a más de 700 €). Actualmente y se calcula que hay unos 150 millones de estos asesinos silenciosos enterrados en casi 80 países, a pesar de que muchos de ellos ya no están en conflicto. Al año se producen más de 20.000 explosiones de minas.
Las imágenes fueron tomadas en varias partes del mundo donde las minas causan muertes y mutilaciones. Con ellas se compuso un libro cuyas ganancias van destinadas a la reinserción de las víctimas de las minas antipersona. En esta muestra se exponen algunos de esos fotogramas.

*El libro Vidas minadas, de Gervasio Sánchez, está editado en 1997 por Médicos Sin Fronteras, Intermón y Manos Unidas.

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