“He aprendido mucho acerca del mundo visible gracias a la fotografía. Por ejemplo, de las mujeres. Necesitan ser miradas y conozco bien la incomodidad que sienten ante alguien que no puede verlas”.

“Disparo contra el tiempo. Soy el grado cero de la fotografía. Digamos que más que un fotógrafo soy un iconógrafo. He conocido a ciegos que también hacen fotografías, pero ninguno de una forma tan reflexiva como yo. Algunos, incluso, la realizan con la esperanza de volver a ver algún día. ”

[nggallery id=56]Evgen Bavcar nace en 1946 en un pueblo esloveno cerca de Venecia y debido a dos accidentes consecutivos, pierde totalmente su vista a la edad de once años. Su primer fotografía la toma a los dieciséis, para retratar a la mujer de la que estaba enamorado.

El método que emplea para realizar las tomas, es colocar la cámara a la altura de su boca y saca la fotografía guiándose por las voces de los retratados.

Cuando el semiólogo Thomas Soriano le señaló la perfección de sus encuadres a pesar de su ceguera, Bavcar respondió que encuadra bien porque así lo quiere el público, que si por él fuera no encuadraría con tanto esmero, y que al hacerlo en cierto modo responde a una demanda. Pero también están las técnicas. Muchas de sus fotografías son fruto de montajes por superposición, procedimiento de por sí dificultoso, hasta para un vidente.

Bavcar sostiene que su fotografía nace de la penumbra, que su hoja en blanco en realidad es negra, como una cámara oscura. A menudo sus trabajos muestran imágenes expuestas largamente: deja abierto el obturador mientras se acerca y recorre los objetos con una linterna o incluso con una vela. Para guiarse, se vale de su tacto o de algún asistente. El resultado es una especie de escritura con luz.

Las fotografías de Bavcar, en blanco y negro, se agrupan por series temáticas: Vista táctil, Caricias de la luz, Nostalgia de la luz, Eslovenia. Algunas muestran desnudos femeninos con la impronta de esa suerte de mirada sublimada que es su linterna. Otras, más realistas, narran un fugaz regreso a su pueblo natal.
El club de la fotografía.

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