Paul StrandWashington, 21 oct (EFE).- El Museo de Arte de Filadelfia, en Estados Unidos, se rinde desde este lunes ante la mejor exposición en 50 años de Paul Strand (1890-1976), precursor de la fotografía directa que rompió con los moldes tradicionales y se atrevió, por primera vez en la historia, a retratar en la calle a personas anónimas.

«Strand siempre creyó que su trabajo como artista era revelar la naturaleza humana en un mundo cambiante», destacó en un comunicado el director del museo, Timothy Rub.

La muestra «Paul Strand: Maestro de la Fotografía Moderna» se inauguró ayer y podrá visitarse hasta el 4 de enero de 2015.

En ella, el Museo ahonda en las seis décadas de trabajo del fotógrafo y cineasta, que llegó a compartir sitio con Picasso o Paul Cezanne en la neoyorkina «Galería 291».

En la exhibición se recogen todos los aspectos del trabajo del artista: desde sus comienzos con la fotografía abstracta de los años veinte hasta su visión posterior sobre el papel que debe de jugar la fotografía en el mundo moderno.

Sus intentos por establecer la fotografía como un arte independiente y su uso del cine como un medio capaz de impactar por completo en la opinión pública también se desarrollan en la exposición.

Todo ello a través de las más de 3.000 obras que el Museo de Arte de Filadelfia ha adquirido recientemente del archivo del fotógrafo.

«Era un artesano, un raro y riguroso elaborador de imágenes», describió Rub, quien destacó el compromiso político y social de Strand con una época de cambios revolucionarios.

Unos cambios que también experimentó el arte con el cubismo y que Strand vivió entre 1915 y 1917 cuando se adentró en nuevas expresiones estéticas, presentes en la primera parte de la exposición.

En ella se muestra la fotografía «Las sombras del porche», que el fotógrafo tomó cuando pasaba el verano de 2016 en Connecticut tratando de comprender el arte cubista a través de la reducción de personas y objetos a formas geométricas básicas.

Fue en esta época cuando Strand se atrevió a tomar, por primera vez en la historia de la fotografía, instantáneas a personas anónimas en las calles de Nueva York, como «La mujer ciega».

Esta imagen de una mujer que pedía en la calle fue publicada por primera vez en 1917 en la revista del célebre artista Alfred Stieglitz y se convirtió en un icono de la nueva fotografía estadounidense.

La evolución de Strand durante los años 20, periodo conocido como «la era de la máquina», se muestra en la exposición a través de instantáneas con los detalles de diferentes artilugios.

En las décadas siguientes, el artista salió de Nueva York y comenzó a explorar otras ciudades en un viaje que, entre 1931 y 1934, le llevó hasta México, donde estableció vínculos con políticos de izquierda que influyeron intensamente en su ideario social y político.

La empatía de Strand con estos temas se plasma en los grupos de gente o los iconos religiosos que retrata en sus fotografías.

En 1940, los libros se convertirán en la forma preferida del fotógrafo para plasmar una realidad polifacética, que en la exposición se muestra con unas instantáneas de Nueva Inglaterra.

Estas fotografías, publicadas por la revista «Time», muestran la batalla entre el avance de la democracia y la libertad individual.

La exposición también resalta su proyecto «Luzzara» (1953), en el que Strand detalla los esfuerzos de un pueblo del norte de Italia por librarse de las miserias del fascismo.

La democracia de Ghana, país al que Strand fue invitado por su primer presidente, Kwame Nkrumah, también aparece en la exposición, que concluye con sus últimos trabajos en el jardín de su casa de Orgeval (Francia).

Además de las innumerables instantáneas, en la exposición se muestran algunas de las películas del artista, como «Manhatta» (1921) -considerada como la primera película vanguardista estadounidense- o «Redes» (1936), grabada en México.

Fotografías o películas, Strand era «mucho más que un fotógrafo», destacó Peter Barbery, comisario del centro Alfred Stieglitz.

«Era un gran artista moderno cuya elocuente voz se dirigió a una amplia audiencia y todavía hoy sigue resonando con fuerza», agregó.

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