JM-LOPEZEl Norte de Castilla «La matraca». Así define el fotógrafo José Manuel López, de 42 años, las distintas guerras y conflictos bélicos que durante los últimos 12 años han pasado por delante del objetivo de su cámara. Este leonés se ha convertido en uno de los fotógrafos de guerra españoles más reputados, tanto por su dilatada experiencia como por los premios internacionales que avalan su labor.

Reconocimientos profesionales que no siempre tienen la más que merecida contraprestación económica en unos tiempos en los que la labor periodística y de los fotógrafos en los conflictos bélicos es cada vez más peligrosa. Una situación que, junto a la sempiterna crisis económica y la entrada en la era digital, ha menoscabado esta importante labor profesional en detrimento de la calidad que ha sido sustituida en muchos casos por las imágenes borrosas e incalificables de los que dicen son teléfonos inteligentes y cuya información es, en una inmensa mayoría de los casos, imposible de contrastar.

A pesar de que no corren los mejores tiempos para estos profesionales, obligados a trabajar de ‘freelance’ para el mejor postor –o el peor, según se mire– existe una pléyade de profesionales dispuestos a llevar su cámara como testigo directo de denuncia de los horrores de los conflictos bélicos. Afganistán, Irak, Palestina, Kosovo, Haití, Guatemala, Nagorno-Karabaj, Irán, Congo y durante el último año y medio la guerra de Siria, son solo algunos de los destinos del ‘Lopi’, como cariñosamente le llaman sus conocidos.

Precisamente, la guerra de Siria es la que ha dado más a conocer su trabajo gracias a la colaboración en agencias internacionales como France-Presse y EPA, que han permitido ver el trabajo del fotógrafo leonés en los principales medios impresos del mundo, como ‘The New York Times’, ‘The Washington Post’, ‘The Guardian’, ‘Le Figaro’ o ‘Der Spiegel’, entre otros. Y en revistas tan prestigiosas como ‘Le Monde’, ‘L’espreso’, ‘Al Jazeera’ y ‘Huck’. Está última revista usó una de sus fotografías para ilustrar en exclusiva la portada de su último número de 2013, incluyendo un extenso reportaje que, bajo el título ‘La otra cara de la guerra’, recogía las imágenes más crudas del conflicto junto a otras del día a día de los civiles.

López, junto al reconocido periodista Antonio Pampliega, ha retratado las vidas de las personas que sufren la guerra, partiendo de historias a veces cotidianas para explicar un conflicto enquistado en guerra civil contra el actual presidente Bashar el-Assad y las facciones de diferente signo islamista que también luchan entre sí. Todo ante la pelea de las grandes potencias por influir en un conflicto que esconde los más oscuros intereses y que mantiene a la ONU amordazada.

El eterno conflicto

Tras sus muchos años de experiencia, José Manuel López opina que la «guerra es algo inherente al ser humano, siempre las ha habido y siempre las habrá». Una dura y triste afirmación que no viene más que a corroborar la realidad, por lo que asume que su trabajo consiste en documentar lo que ocurre y «contárselo a los que no están allí, ilustrando situaciones esperando que sirvan para cambiar las cosas, aunque esto pocas veces ocurre».

López afirma que ante cualquier conflicto se intenta ser lo más objetivo posible y no tomar partido, pero como señala «aunque trato de no juzgar a nadie, a veces es imposible, por lo que intento que los acontecimientos no me afecten demasiado, aunque al final algo te acaba tocando».

A pesar del reconocimiento, experiencia y contactos acumulados durante los últimos años López remarca las dificultades que siguen encontrando los profesionales que trabajan por su cuenta –‘freelance’– y que cada vez son más numerosos, lo que implica una mayor competencia y una rebaja de las tarifas difícilmente soportable para los profesionales.

En este sentido, destaca que la primera dificultad del ‘freelance’ es que «todos los gastos corren por tu cuenta, con lo cual para empezar a ganar algo hay que recuperar lo que he gastado y trabajar en zonas de conflicto normalmente es muy caro, ya que hay que costear aviones, visados, estancia, traductor, conductor y a veces escolta y seguro».

La segunda dificultad es «encontrarte con que los medios de comunicación muchas veces no valoran tu trabajo ni éticamente ni económicamente, especialmente en España, donde te pagan lo mismo por una foto hecha en Madrid que en Siria, sin tener en cuenta el dinero que te ha costado llegar hasta allí y el riesgo que corres, solo por poner un ejemplo».

A todo esto se suma, comenta López, los peligros a los que se enfrenta un fotoperiodista en una zona de conflicto que varían de un sitio a otro, «se suele decir que ninguna guerra es igual a otra».

En Siria los peligros eran básicamente los mismos a los que se enfrenta la población civil: bombardeos, explosiones y francotiradores, con la diferencia de que «nosotros llega un momento en que nos vamos y ellos no tienen dónde ir». Una situación que ha tenido un punto de inflexión en los últimos meses ya que los periodistas y fotógrafos se han convertido en objetivo prioritario de los grupos islamistas vinculados a Al Qaida que cada vez controlan más territorio, lo que ha provocado que en la actualidad unos 30 periodistas, entre ellos tres españoles, se encuentren secuestrados lo que «hace prácticamente imposible que podamos trabajar allí y contar lo que está pasando». Por todo ello López se trasladó a otros países y en la actualidad realiza reportajes en Somalia y documenta el conflicto de Sudán.

Reconocimientos

• International Photography Awards’ (IPA). Primer premio en la categoría de noticias y cuatro menciones de honor en otras categorías por el trabajo de Siria (2013).
• UNICEF Photo of the Year Award.Segundo premio por el trabajo sobre la desnutrición infantil en Guatemala. El ANI-Pix Palace en el festival de fotoperiodismo Visa Pour L’Image de Perpiñán por el mismo trabajo (ambos de 2011).
• Fujifilm Europress Photo Awards.Primer premio en la categoría de reportajes por el trabajo realizado en Afganistán (2003).
• En España. Ha sido merecedor de distintos premios y menciones en todo tipo de galardones.
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