JULIA-G-LIEBANAJoaquín Revuelta. La Nueva Crónica. La obra de la fotógrafa leonesa Julia González Liébana inaugurada este miércoles en Camarote Madrid y que estará expuesta durante todo este mes de febrero en el céntrico establecimiento hostelero constituye toda una declaración de principios: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos», una imagen que pertenece a la serie que Liébana expuso en la galería Ármaga y que –recuerda– formó parte del Festival ‘Miradas de mujeres’.

La artista no quiere tildar de ‘feminista’ esta pieza y sí de reivindicativa de los derechos de la mujer, que ha querido reflejar a través de la imagen de una mujer a la que unas manos masculinas están tapando los ojos, la boca, los pechos…, «una mujer a la que se le está negando el poder ver, el poder mostrar su rostro, se le está negando la voz, la palabra, la libertad de expresarse, la libertad de pensamiento… y se le está negando también su sexualidad», indica la artista, muy consciente de que a estas alturas del siglo XXI y con todos los avances que se han dado en el tema de la igualdad entre sexos todavía hay mujeres a las que se les niega sus derechos. «Creo que hay muchas sociedades en el mundo donde existe una discriminación muy importante hacia la mujer, como es el caso de la India, Pakistán, países árabes… Pienso que los artistas tenemos la obligación de hacer arte y al mismo tiempo denunciar las injusticias. Está muy bien hacer retratos estéticos, hacer una composición bella, pero considero que hay que ir un poco más allá».

La opción estética elegida por Julia González Liébana también tiene su por qué. Se trata de una imagen en sepia que la artista vincula al carácter atemporal que ha pretendido dar a la obra. «El tema de la discriminación al que se ha visto sometida la mujer no es de hoy sino que viene de muy atrás. Por otra parte, como fotógrafa me apetece más el blanco y negro que el color por el carácter más metafísico e irreal que tiene el primero. El blanco y negro gana en matices, en relieves, en contrastes, y por este motivo casi siempre tiendo más al blanco y negro», justifica la artista, para quien la situación de la mujer en el mundo de la cultura por suerte ha ido ganando terreno y en muchos campos la mujer aflora con más fuerza que el hombre, sugiere González Liébana, que sigue trabajando en la serie a la que pertenece la obra que se expone desde ayer en Camarote Madrid y que está integrada hasta la fecha por una docena de piezas. «Aparte de la serie me apetece continuar con el retrato, que puede parecer fácil pero en mi opinión es una de las modalidades más difíciles de la fotografía».

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