En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre sí quiero acordarme, no ha mucho que fueron a desarrollar el arte de pintar con luz diecinueve valientes fotógrafos leoneses de la asociación Focus. Cámara en mano, trípode y objetivos en la mochila dedicaron dos intensos días a caminar por donde aquel ilustre caballero vivió sus aventuras.
No podíamos empezar por otro lugar que no fuera honrando la fermosura de la muy alta señora Dulcinea del Toboso y para ello nos dirigimos a su pueblo, El Toboso. Las calles nos hablan del siglo XVI y nos recuerdan citas de Don Quijote. Paseando, encontramos en los rincones pozos antiguos que indican la falta de agua y la abundancia de sol, como empezamos a notar en nuestras carnes.
Después de comer toca seguir descubriendo lugares de La Mancha y nos vamos a Mota del Cuervo donde fotografiamos los primeros molinos e incluso un “molinero” se apiada de nuestro calor y nos invita a unos chupitos de orujo casero, que si bien no eran refrescantes nos ayudaron a llevar con más alegría el sofoco.
Pedro Muñoz nos espera con su fábrica harinera y su laguna, donde al atardecer nos esperaban posando flamencos.
Y antes de irnos a dormir, una nocturna con el motivo principal del viaje, los molinos. La luna llena ilumina el cerro donde se levantan siete molinos que vigilan en la noche las fiestas de Mota del Cuervo. Largas exposiciones, lightpainting, dobles exposiciones y diversos experimentos fotográficos hicieron que la noche se alargara sin apenas darnos cuenta, estoy segura que el resultado habrá merecido la pena.
“La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.”
Un desierto Campo Criptana nos despertó el domingo con los gigantes que en la novela desafía Don Quijote y allá fuimos nosotros también a enfrentarnos con ellos para conseguir el mejor encuadre, el más original. ¿Qué hubiera dicho Don Quijote si de uno de estos molinos sale a recibirle un japonés? Como dijo alguno de nosotros un grupo de españoles guiados por un japonés que les enseña los molinos de La Mancha, cuanto menos curioso y la verdad es que nuestro guía era un crack que lo sabía todo sobre La Mancha.
Para acabar nos dirigimos a Consuegra donde el castillo medieval se entremezcla con los molinos para dibujar un horizonte dominado por el viento y el pasado. Pero basta ya de molinos y fotos, ¡queremos migas! Y dice Don Quijote: “Y verá el mundo que tiene contigo más fuerza la razón que el apetito.”
Y contestan los fotógrafos “¡queremos migas!”.
Pues allá vamos amigos a degustar el sabor de esta tierra de planicies interminables.
Ahora toca ordenar las fotos, procesarlas y hacer recuento de lo vivido. Por mi parte agradeceros a todos el buen humor, la disposición, las ganas de descubrir sitios nuevos y la curiosidad, que es una de las cualidades más importantes para ser un buen fotógrafo. Espero de corazón que todos halláis disfrutado del viaje tanto como yo y que nos veamos en futuras excursiones. A la gran mayoría de vosotros ya os conocía pero hubo algunas caras nuevas a las que me encantó conocer. Los viajes de Focus los hacen los socios con las ganas de participar y de compartir un hobbie que todos tenemos en común y del que aprendemos unos de otros. Muchas gracias a todos.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.” Don Quijote.
Sara Gordón del Riego