Manuel-Castro-PrietoJuan Manuel Castro Prieto ha ganado el Premio Nacional de Fotografía 2015, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 30.000 euros. Nacido en Madrid en  1958 ha sido galardonado ayer jueves con el Premio Nacional de Fotografía. La noticia de este galardón, que le ha comunicado sobre las dos de la tarde el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, le ha pillado al fotógrafo «dando una clase en Valparaíso» (Chile). Castro
Prieto, gran referencia también por su trabajo en el laboratorio, al que se han dirigido los mejores fotógrafos españoles por el impecable positivado de sus copias, ha declarado por teléfono que «este reconocimiento significa que lo que has hecho, de alguna manera, merece la pena». «Es gratificante que reconozcan un esfuerzo de 38 años haciendo fotos», ha añadido.

El jurado de este galardón dotado con 30.000 euros ha reconocido la «notable aportación a la fotografía española en su contenido y estética» de Castro Prieto. Este autor «ha innovado y transformado el lenguaje fotográfico tradicional, desde una perspectiva personal. Logra construir imágenes que exploran las huellas latentes de la memoria. Su obra subraya aspectos oníricos y literarios de la vida cotidiana y escenarios lejanos, creando un universo propio y original», detalla el comunicado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Castro Prieto, que iba para economista, se inició en la fotografía de forma autodidacta en 1977, mirando fotos y leyendo libros, influido sobre todo por la obra de autores como Gabriel Cualladó y Paco Gómez, miembros de la denominada escuela de Madrid que habían comenzado en los años cincuenta. «La fotografía se cruzó en mi camino y me dejó enloquecido», comentaba en una entrevista a este periódico en mayo de 2009 sobre su pasión por este oficio. En su extensa trayectoria de cuatro décadas ha sido distinguido con otros premios como el Bartolomé Ros (2002), que concede PhotoEspaña; el de la Comunidad de Madrid (2003) y el César Vallejo en Perú (2003).

Precisamente el país andino, del que se enamoró leyendo las aventuras de Tintín, es clave en la obra del madrileño. En 1990 viajó a Cuzco para hacer junto a Juan Manuel Díaz Burgos los positivos del maestro peruano Martín Chambi -que había descubierto en 1982- a partir de las placas de cristal originales. Su libro Perú, viaje al sol(2001) nació de las sucesivas estancias en el país Martín Chambi, del que se convirtió en su divulgador en España y al que calificó de «Rembrandt de la fotografía». Castro Prieto recorrió los escenarios que había inmortalizado el artista entre los años veinte y setenta del siglo pasado y retrató el mundo de las familias indígenas, las bodas y los retratos. Las imágenes de aquel trabajo se convirtieron después en una exposición que recorrió España, Francia, Bélgica, Italia, Guatemala, Bolivia, Ecuador y Perú.

En 2012, y después de más de 20 años con su taller, Castro Prieto decidió darle un aire nuevo a ese piso junto a la Gran Vía en Madrid para convertirlo en Auth’ Spirit, un lugar que huele a revelador y fijador y que comparte el espacio con una sala para celebrar encuentros con grandes de la fotografía. Es un sitio en el que los aficionados al arte de la imagen pueden comprar libros, tomarse un café o asistir a cursos.

Otras de las exposiciones destacadas de Castro Prieto han sido Extraños (2003), en el madrileño Canal de Isabel II; VU’ à Orsay(2007) en París; Etiopía (Teatro Fernán Gómez de Madrid), en 2009; y la itinerante Martín Chambi-Perú-Castro Prieto (2011). Además ha realizado trabajos para el parisiense Museo d’Orsay o el director de cine Alejandro González Iñárritu, para su película Biutiful (2009). En la actualidad está embarcado en un proyecto personal sobre la memoria llamado Cespedosa.

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