Tom-Storddat20 minutos / Casi uno de los cada cien seres humanos que habitan el planeta ha tenido que expatriarse a la fuerza, marchar de su casa y abandonarlo todo, en ocasiones en circunstancias dramáticas, para buscar amparo en otro lugar. La condición de refugiado forzoso es compartida por 60 millones de personas en el mundo, según datos de las Naciones Unidas. Fotogalería 8 Fotos Los refugiados vistos con mirada digna Cinco reporteros de alto nivel se han aliado para el proyecto fotográfico Refugee (Refugiado), que pretende humanizar a los refugiados, exigir para ellos la dignidad que todo ser humano merece, presentarlos con respeto y sin displicencia paternalista y mostrar las «condiciones y ambientes hostiles» que son obligados a sufrir, como bien ha quedado demostrado en el ámbito de la Unión Europea con los desmanes sobre el terreno y la reciente decisión de blindar las fronteras comunitarias y cerrarlas a nuevos peticionarios de refugio o asilo. Dimensión emocional Los fotógrafos que han respondido a la iniciativa, organizada por la asociación sin fines de lucro Annenberg Space for Photography de Los Ángeles (EE UU), que expondrá las imágenes entre el 23 de abril y el 21 de agosto, son Lynsey Addario, Omar Victor Diop, Graciela Iturbide, Martin Schoeller y Tom Stoddart, artistas de primer nivel que están un paso más allá del fotoperiodismo clásico y añaden dimensión emocional a su trabajo. Los escenarios de trabajo han sido campamentos de acogida y refugio en Bangladés, Camerún, Colombia, Croacia, Alemania, Grecia, México, Myanmar, Serbia, Eslovenia y los EE UU ocupados por expatriados forzosos de Asia, Oriente Medio, África, Centroamérica y Europa después de largos y peligrosos trayectos para alejarse de guerras, persecuciones y otras letales amenazas. ‘Buscar un nuevo comienzo’ Cuando encargaron a los fotógrafos el trabajo de recoger sobre el terreno la realidad de los refugiados, tanto estos como los organizadores de Refugee establecieron como condición básica la representación digna que contribuyese a cimentar la realidad de quienes se ven obligados a romper con sus vidas cotidiana: personas con identidades y vidas, no reducidas a estadística. En las imágenes hay dolor, pero también dignidad y valentía para «hacer frente a condiciones y ambientes hostiles y buscar un nuevo comienzo para sus vidas». La etnia rohingya, una minoría musulmana privada de sus derechos en la mayoritariamente budista Myanmar La ganadora del Premio Pulitzer Addario, una colaboradora habitual de The New York Times que acaba de ser nombrada como una de las cinco fotógrafas más influyentes de los EE UU y se ha interesado desde hace años por la situación de los desplazados, documenta la vida de la etnia rohingya, una minoría musulmana privada de sus derechos en la mayoritariamente budista Myanmar. Los rohingya viven en campamentos improvisados en zonas boscosas y alejadas, donde no hay ni agua potable ni energía eléctrica. Con sus mejores galas Diop presentará fotografías de los refugiados de la República Centroafricana que se vieron obligados a huir a Camerún por la inestabilidad y violencia de su país de residencia. Aunque es conocido por su trabajo en fotografía de moda, Diop adapta esta vez su mirada a los retratos, compuestos con elegancia y según la rica tradición africana de las imágenes de estudio, de las familias de los refugiados, a quienes muestra con sus mejores galas. El inglés Stoddart retrata en Grecia, Croacia y Berlín a las nuevas oledas de huidos a la UE La mexicana Iturbide, una de las fotógrafas jóvenes más prolíficas del panorama, se dedica a los asentamientos de refugiados centroamericanos en México y las comunidades desplazadas en Colombia; el alemán establecido Schoeller presenta la serie New Americans (Nuevos estadounidenses) con retratos de inmigrantes fotografiados en las calles de la gran metrópoli neoyorquina, y la contribución del inglés Stoddart está tomada en Grecia, Serbia y Croacia, mostrando a las oleadas de personas escapadas de Asia, y en Alemania, donde se dedica a los solicitantes de asilo en la UE.  ‘Optimismo y determinación’ «Durante mi trabajo», comenta el reportero inglés, «vi una vez más los rostros marcados por el cansancio y la desesperación de los padres que tratan de encontrar un lugar con seguridad y paz para sus familias, lejos de las bombas y la inhumanidad de la guerra. En Berlín, las caras habían cambiado: todavía había tristeza por tener que abandonar el país natal, pero también optimismo y determinación de prosperar y contribuir a una sociedad democrática que les ha abierto las puertas a los extranjeros sin hogar». No es un movimiento anónimo, son personas ordinarias Los organizadores han distribuido declaraciones del responsable del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, para quien la iniciativa es «muy oportuna», dado que «la violencia y los abusos contra los derechos humanos están obligando a escapar a personas en todo el mundo a un ritmo sin precedentes». Las fotografías de la exposición, añade, «plasma el valor, resistencia y fuerza» de los refugiados y muestran que «esto no es un movimiento anónimo», ya que es trata de «personas ordinarias, que han sido forzadas a huir».

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