{"id":6968,"date":"2013-02-27T07:53:21","date_gmt":"2013-02-27T06:53:21","guid":{"rendered":"http:\/\/focusleon.es\/?p=6968"},"modified":"2013-02-28T12:35:07","modified_gmt":"2013-02-28T11:35:07","slug":"antoine-dagata-fotografia-yonki-en-paris","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/focusleon.es\/antoine-dagata-fotografia-yonki-en-paris\/","title":{"rendered":"Antoine D’Agata, fotograf\u00eda yonki en Par\u00eds"},"content":{"rendered":"

\"AntonieRafael Villa\u00e9cija. Par\u00eds<\/strong>. El fot\u00f3grafo de Magnum se reencuentra con el lado oscur\u00edsimo de Par\u00eds.
\nDespu\u00e9s de d\u00e9cadas de nomadismo, el ap\u00e1trida se ha comprado 30 metros cuadrados de sosiego en Arles, la capital estival de la instant\u00e1nea. Para tomar aire. Su peque\u00f1o estudio en esta localidad del sur franc\u00e9s es el entreacto de su gigantesca funci\u00f3n, la que inici\u00f3 hace 20 a\u00f1os,\u00a0cuando dispar\u00f3 el primer negativo entre tinieblas<\/strong>. Desde entonces Antoine D’Agata no ha dejado la noche, su lugar en un mundo cuyo lado oscuro ha retratado sin tregua.<\/p>\n

Tras a\u00f1os en las mazmorras, este marsell\u00e9s sale del abismo para poner el acento en el mensaje pol\u00edtico que hay tras su objetivo. Su grito de denuncia se llama ‘Anticuerpos’ y ocupa\u00a0las salas del centro Le Bal<\/strong>, en Par\u00eds. Habla de la violencia del mundo y sus efectos en los cuerpos rotos por la bofetada que la realidad les ha dado.<\/p>\n

Su obra es un espejo inc\u00f3modo que habla de la violencia son\u00e1mbula,\u00a0la de los prost\u00edbulos y las drogas<\/strong>. Aunque esta violencia nocturna, explica el artista a ELMUNDO.es, es s\u00f3lo un reflejo de la diurna, la institucional. \u00abLa violencia es algo universal: la econ\u00f3mica, la del trabajo, la de la guerra, la explotaci\u00f3n. Yo documento el sufrimiento del mundo en el que vivimos todos y como \u00e9ste habita en los cuerpos\u00bb.<\/p>\n

‘Anticuerpos’ habla del individuo que intenta sobrevivir a ese azote sibilino que erosiona desde la penumbra la carne. \u00abSus heridas son en realidad un ant\u00eddoto a la muerte, a\u00a0ese mal que se le inflige desde los distintos \u00e1mbitos<\/strong>\u00ab, explica. En sus retratos amorfos, sus desnudos cadav\u00e9ricos de mujeres de la calle y sus torsiones enfermas y fantasmales habita \u00abuna forma de dignidad, de pureza\u00bb, de pulsi\u00f3n de supervivencia.<\/p>\n

Heridas<\/h3>\n

Sus cuerpos hablan de una herida que supura para expulsar el da\u00f1o, intentan buscar su lugar en esa\u00a0existencia tortuosa<\/strong>. El propio d’Agata participa en esa marginalidad con su propia carne maltratada, torturada a pinchazos de adicci\u00f3n. Por eso la exposici\u00f3n es una autobiograf\u00eda, recorre el descenso a los infiernos del artista.<\/p>\n

\u00abHe tratado de darle coherencia a todo mi trabajo, de intentar que se entienda mejor su lado pol\u00edtico. Hasta ahora solo hab\u00eda mostrado el extremo de la violencia de noche, pero ese es solo el rev\u00e9s de la moneda. Por primera vez quer\u00eda poner la violencia de la noche en\u00a0el contexto de la violencia del d\u00eda<\/strong>. Mostrar c\u00f3mo esos dos mundos coexisten\u00bb, explica.<\/p>\n

Sus escenas de sexo con prostitutas, sus autorretratos y sus escorzos desnudos son inc\u00f3modos de mirar. El propio Antoine lo reconoce. Dice que si no formara parte de la prestigiosa agencia Magnum la gente le tomar\u00eda por un loco. Cree que ahora el espectador s\u00ed est\u00e1 m\u00e1s preparado para entender su trabajo. La crisis ha extendido esa violencia que antes solo sufr\u00edan algunos. Ahora todos nos vemos reflejados en el mismo espejo, v\u00edctimas de una misma maquinaria que deslavaza cuerpos y los lleva a la autodestrucci\u00f3n.<\/p>\n

\u00abLa gente vive la crisis\u00a0casi de manera f\u00edsica<\/strong>. Ahora comprenden el sufrimiento, la intensidad y la tensi\u00f3n que emerge de la econom\u00eda. Antes era m\u00e1s f\u00e1cil rechazar las fotos porque no les afectaban, pero ahora el espectador est\u00e1 m\u00e1s sensible a unas im\u00e1genes que antes consideraba excesivas. Es m\u00e1s f\u00e1cil tener empat\u00eda con la gente fr\u00e1gil y torturada\u00bb.<\/p>\n

Potente instalaci\u00f3n<\/h3>\n

Por eso la retrospectiva es una nota a pie de foto. Un intento de que se entienda un mensaje a veces de dif\u00edcil lectura entre tanta oscuridad. Una manera de hacerle justicia a su obra fotogr\u00e1fica. \u00abHab\u00eda muchas dudas sobre el trabajo de Antoine<\/strong>, a veces se ha malinterpretado, porque es dif\u00edcil de entender y porque el mensaje no es evidente. Era necesario hacer una relectura\u00bb, explica la comisaria de la muestra, Fannie Escoulen.<\/p>\n

Para el equipo encargado de organizarla fue todo un reto resumir\u00a0m\u00e1s de 20 a\u00f1os<\/strong>\u00a0fotografiando la noche. Era necesario pensar en una instalaci\u00f3n \u00ablo suficientemente potente como para mostrar la fuerza del trabajo experimental de D’Agata\u00bb, para que el mensaje fuera limpio y no haya m\u00e1s equ\u00edvocos.<\/p>\n

La soluci\u00f3n fue forrar las paredes de la sala con fotograf\u00edas con distintostama\u00f1os y encuadres<\/strong>, dispersas, mezcladas las de ayer y las de hoy, las viejas y las nuevas. Situaciones m\u00e1s cl\u00e1sicas, m\u00e1s documentales, con otras m\u00e1s experimentales, las primerizas en blanco y negro con las \u00faltimas de color. A medida que avanza la cronolog\u00eda, su objetivo se va sumergiendo en una oscuridad cada vez m\u00e1s abrupta.<\/p>\n

Cuerpos desnudos,\u00a0muecas cadav\u00e9ricas y carne de hero\u00edna camboyana<\/strong>. Tambi\u00e9n soldados en la penumbra cisjordana de la segunda Intifada, paisajes derruidos. Todas hablan de la misma violencia del mundo, la urbana, la sexual o la b\u00e9lica, de d\u00eda o de noche. El mismo horror. Por eso, explica Escoulen, aunque \u00abel ensamblaje no parec\u00eda f\u00e1cil, s\u00ed funciona la comuni\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

Relato a dos voces<\/h3>\n

De las paredes emanan dos voces. Por un lado, la del fot\u00f3grafo \u00abque explica como entiende el mundo en el que vive. El de la noche es el \u00fanico en el que \u00e9l puede existir. Para \u00e9l es\u00a0dif\u00edcil enfrentarse<\/strong>\u00a0a ese mundo real, con su violencia. Pero no se tapa los ojos, sino que lo afronta como un torero que entra a matar\u00bb, dice su mecenas.<\/p>\n

Junto a la de Antoine est\u00e1 el grito de sus mujeres, las prostitutas con las que ha compartido su vida, sus amantes, amigas y confidentes, compa\u00f1eras de herida. \u00abEl tema central siguen siendo sus mujeres, victimas de la violencia del mundo. Con las que establece una relaci\u00f3n tierna, a pesar de la dureza de las im\u00e1genes., las ayuda, con las que se enamora y mantiene relaci\u00f3n de amistad\u00bb, dice.<\/p>\n

La serie ‘Ice’, que se expuso hace unos a\u00f1os en Madrid, es una bofetada en la cara. Por expl\u00edcitas y duras. \u00abLa autodestrucci\u00f3n en estas mujeres es una reacci\u00f3n a la violencia que el mundo ejerce sobre ellas\u00bb, explica el fot\u00f3grafo. \u00abYo tengo la libertad de entrar y salir. Ellas no. Solo tienen la capacidad de sobrevivir con sus medios. Las im\u00e1genes son un grito sincero, de denuncia inconsciente, no contra el hombre, sino contra el sistema. Sus palabras salen del silencio\u00bb, dice.<\/p>\n

Una tregua<\/h3>\n

La exposici\u00f3n descubre a un D’Agata escritor y cineasta. Por primera vez se exponen sus notas, su prosa \u00edntima que apoya esa mirada. Tras el infierno de adicci\u00f3n que vivi\u00f3 en Camboya, estuvo\u00a015 meses sin hacer fotos<\/strong>. Sufri\u00f3 un bloqueo. La c\u00e1mara de v\u00eddeo le ha ayud\u00f3 a compensar el vac\u00edo que los narc\u00f3ticos le dejaron y poder avanzar.<\/p>\n

\u00abEra una salida de urgencia\u00bb, explica. No era una elecci\u00f3n. La foto condensa la intensidad del momento. El v\u00eddeo no est\u00e1 en la accidentalidad del momento, hay otra intensidad y otra verdad, abre otras perspectivas. Su implicaci\u00f3n en la fotograf\u00eda ha sido tan dura que necesitaba el v\u00eddeo para poder avanzar.<\/p>\n

‘Anticuerpos’\u00a0le ha aliviado, pero tambi\u00e9n agotado<\/strong>. Lleva varios d\u00edas en Par\u00eds, de librer\u00eda en librer\u00eda, de sala en sala, predicando su mensaje. Tras a\u00f1os de evasi\u00f3n permanente, el eterno errante tiene ganas de echar el ancla.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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