{"id":14128,"date":"2015-04-28T14:11:18","date_gmt":"2015-04-28T13:11:18","guid":{"rendered":"http:\/\/focusleon.es\/?p=14128"},"modified":"2015-04-28T14:11:18","modified_gmt":"2015-04-28T13:11:18","slug":"la-fotografa-de-guerra-que-emociono-a-spielberg","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/focusleon.es\/la-fotografa-de-guerra-que-emociono-a-spielberg\/","title":{"rendered":"La fot\u00f3grafa de guerra que emocion\u00f3 a Spielberg"},"content":{"rendered":"
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\"Lynsey-Addario\"Alberto Rojas. Madrid \/ <\/em>\u00bfCu\u00e1ntas veces se ha preguntado ‘\u00bfqu\u00e9 co\u00f1o estoy haciendo aqu\u00ed’?<\/dt>\n
Muchas veces. Casi cada vez que estaba en medio de un tiroteo, tratando de encontrar la manera de hacer fotos y a la vez mantenerme con vida.\u00a0<\/dd>\n
\u00bfCu\u00e1ntas veces ha sentido que su vida corr\u00eda serio peligro?\u00a0<\/dt>\n
En cuatro ocasiones. Primera, cuando fui secuestrada en Gharma, un pueblo en las afueras de Faluya en 2004. Segunda, cuando estuve empotrada con la 173 divisi\u00f3n aerotransportada en el valle de Korengal, en Afganist\u00e1n, y sufrimos una emboscada talib\u00e1n en octubre de 2007. Tercera, despu\u00e9s de sobrevivir a un accidente de autom\u00f3vil mientras cubr\u00eda la invasi\u00f3n del valle del Swat en Pakist\u00e1n en 2009, mi conductor se qued\u00f3 dormido al volante, mientras que conduc\u00eda por la carretera entre Peshawar a Islamabad, y golpeamos la mediana a 80 km por hora. Mi conductor muri\u00f3. Estuve inconsciente durante alg\u00fan tiempo y alguien me sac\u00f3 del coche (no me acuerdo, pero me lo dijo un m\u00e9dico que me atendi\u00f3). Cuarta: en 2011, cuando me capturaron como reh\u00e9n junto a otros compa\u00f1eros las fuerzas leales a Gadafi mientras cubr\u00eda el levantamiento en Libia. Nos ataron, nos vendaron los ojos, nos golpearon y nos torturaron simulando varias veces que nos ejecutaban.<\/dd>\n<\/dl>\n<\/section>\n

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La persona que cuenta esto a EL MUNDO es Lynsey Addario, fot\u00f3grafa de la agencia Getty, colaboradora de medios como\u00a0Time<\/em>\u00a0oThe New York Times\u00a0<\/em>y autora de\u00a0It’s what I do (Qu\u00e9 es lo que hago<\/em>), una emocionante autobiograf\u00eda que en Espa\u00f1a publicar\u00e1 pr\u00f3ximamente Roca Editorial.\u00a0Lynsey ha pasado los \u00faltimos 15 a\u00f1os de sus 41 cubriendo conflictos en todo el mundo. Es una de las reporteras m\u00e1s experimentadas y respetadas de la profesi\u00f3n por su capacidad para llegar donde no llega nadie.<\/strong>Quiz\u00e1 por eso Steven Spielberg ha comprado ya los derechos de su libro y prepara su pr\u00f3xima pel\u00edcula sobre su historia con Jennifer Lawrence\u00a0(Los juegos del hambre)\u00a0<\/em>en su papel.<\/p>\n

Su libro es una traves\u00eda emocional en la que su autora lucha por mantener su compromiso con su profesi\u00f3n, a la vez que intenta mantener alg\u00fan tipo de normalidad vital en su regreso a casa despu\u00e9s de retratar lo mejor y lo peor del ser humano. \u00abNo creo que sea posible volver como si nada. Creo que uno sufre a expensas de los dem\u00e1s. Durante muchos a\u00f1os yo no he tenido una vida personal. Lo intent\u00e9, pero fall\u00e9 miserablemente en la b\u00fasqueda de relaciones saludables, porque la vida de un reportero gr\u00e1fico que trabaja en zonas de conflicto o en lugares remotos conlleva este tipo de dificultades. Mi motivaci\u00f3n por el trabajo hac\u00eda que estuviera de viaje unos 280 d\u00edas al a\u00f1o desde hace casi 10 a\u00f1os consecutivos. He ralentizado un poco desde que tuve a mi hijo Lukas, pero todav\u00eda viajo alrededor de dos semanas de cada mes. Es un equilibrio dif\u00edcil de tratar de lograr\u00bb.<\/p>\n

Lynsey Addario ha cubierto la invasi\u00f3n estadounidense de Afganist\u00e1n e Irak, la ca\u00edda de la Libia de Gadafi, la crisis de Darfur o conflictos olvidados como el del Congo o las hambrunas del cuerno de \u00c1frica.\u00a0Es decir, toda la violencia post 11-S. El estar embarazada de siete meses no la detuvo y sigui\u00f3 fotografiando. Las mujeres en guerra, ya sean luchadoras o v\u00edctimas (a veces son la misma cosa), son el motor de su obra.<\/strong>\u00a0Chicas en los marines afeit\u00e1ndose las piernas, reinas de la belleza en India, mujeres encerradas en manicomios s\u00f3rdidos en Afganist\u00e1n, refugiadas sirias adolescentes casadas a la fuerza…<\/p>\n

\u00bfMe est\u00e1s preguntando que c\u00f3mo me las arregl\u00e9 durante 15 a\u00f1os cubriendo guerras?<\/strong>\u00a0Despu\u00e9s de salir muchos a\u00f1os con hombres que no entend\u00edan mi trabajo, finalmente encontr\u00e9 a Paul, que siempre entendi\u00f3 y respet\u00f3 mi compromiso. \u00c9ramos amigos desde hace muchos a\u00f1os, ten\u00edamos los dos 30 a\u00f1os. Y supimos que, probablemente, pasar\u00edamos el resto de la vida juntos.<\/p>\n

Sus fotograf\u00edas son ya la memoria del inicio convulso de este siglo XXI. Uno de sus \u00faltimos encargos la llev\u00f3 hasta Irak para documentar la huida de los yazid\u00edes y cristianos de las garras del autoproclamado Estado Isl\u00e1mico mientras secuestraban a compa\u00f1eros suyos al otro lado.\u00a0\u00abDespu\u00e9s de que me secuestraran en Libia soy m\u00e1s cautelosa. Nuestro conductor fue asesinado ese d\u00eda (o eso supongo,\u00a0<\/strong>porque nunca nadie lo vio con vida despu\u00e9s) y nosotros fuimos responsables de su muerte, ya sea directa o indirectamente. He perdido muchos amigos y colegas en los \u00faltimos cinco a\u00f1os, y lo que nos pas\u00f3 en Libia fue una de las muchas experiencias traum\u00e1ticas que todos experimentamos en nuestra comunidad. Ahora soy consciente de mi vulnerabilidad y mi propia mortalidad. Siento que necesito seguir con vida por mi hijo\u00bb.<\/p>\n

Este periodista conoci\u00f3 a Lynsey Addario en el este del Congo, haciendo fotos de v\u00edctimas de violencia sexual. Esas mujeres no se prestan f\u00e1cilmente a posar ante fot\u00f3grafos extranjeros. Su experiencia las vuelve recelosas y permanecen encerradas en el silencio. Lynsey, armada con un don personal para la empat\u00eda, no tuvo que hablar demasiado para convencerlas de que no era el enemigo con una c\u00e1mara. Todas aquellas mujeres se prestaron a ser retratadas.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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